Martes, 4 de junio

 Empezamos el día con una historia:


Paseaba yo una tarde con una familia amiga. La madre llevaba de la mano a su  hijo pequeño. El crío se quedó mirando a un pobre que en la acera le extendía la mano pidiendo una limosna, mientras esperábamos cruzar un semáforo.


El niño, quieto, no apartaba su mirada compasiva del mendigo. La madre se dio cuenta y de reojo observaba. Entonces el crío pensó darle el bollo que llevaba en la mano para la merienda y miró a la madre buscando su aprobación. Ésta asintió con la cabeza. El muchacho extendió la mano y entregó su bollo al mendigo.


Al ver el gesto de generosidad, yo le comenté a la madre:

-Premiarás ahora a tu hijo con otro bollo mejor.

La madre, convencida de lo que decía, me contestó

- No.

-¿No? ¿Por qué?, pregunté.

-Porque quiero enseñarle a dar de lo que necesita y no de lo que le sobra.


En nuestra oración de familia te decimos:

Te doy gracias, Señor, por las personas que son generosas y dan de corazón; sobre todo por aquellas que saben darse a los demás en una sonrisa o en un gesto de cariño y respeto. Gracias Señor.


Vídeo: Alegría, circo del sol del Circo del Sol





Comentarios

Entradas populares de este blog

Viernes, 1 de marzo

Viernes, 31 de mayo